Poema sobre la vejez
Hoy os traigo un poema sobre la vejez, una poesía que describe a un hombre en una edad muy avanzada, pero que se sigue sintiendo joven en su interior. El poema tiene dos voces. Una primera donde habla el mismo poeta, que ha envejecido, y que observa como lo demás hablan de él, y de su pasado. La segunda voz es externa, y únicamente define el ambiente en que se ha escrito ese pequeño poema. Espero que os guste.
Dicen que mis piedras están llenas de bolsillos,
que la luz del mediodía no ilumina mi vejez,
que las puertas que he abierto nunca tuvieron pestillo
y que el canto de sirenas nunca perturbó mi tez.
Y también que mis batallas, mis historias de castillos,
solo narran andaduras llenas de la insensatez
que caracteriza al hombre cuyo corazón tozudo
marca el ritmo en sus adentros,
y esconde su estupidez.
Melodía salpicada con un toque de inocencia,
emplatada con angustia, miedo e inseguridad,
con sabores de ilusión, una pizca de dulzura,
y un aroma de nostalgia, poesía y alquitrán.
Como siempre, espero que os haya gustado. Este poema está dentro de lo que yo llamo, poemas de vida, la sección donde podréis encontraras más poemas de este tipo.