Hoy os traigo poema de amor que habla de un recuerdo, una vivencia en el que el protagonista no consigue llegar hasta la persona querida. Hacía tiempo que no escribía y espero que os guste.
Testamento de un recuerdo que guardo en mi cajonera,
donde escondo los secretos que no quise que supieras,
regresos de madrugada, un beso en la gris acera,
ya se está haciendo de día, debes irte, el Sol no espera.
Difusa en mi pensamiento se revive aquella noche;
dos miradas, un lo siento, y un quizá sin ni un reproche;
nunca he sentido nostalgia, más aún recuerdo el choque
del te quiero en tu mirada. En aquel sur, yo perdí el norte.
Ahora han pasado los años, sigo cruzando fronteras,
sigo rumbo al horizonte, solo el Sol guía mi estela;
no cuento mis primaveras, tampoco pienso en tus labios,
solo escribo poesía sobre los días pasados.
Tenue calma, madrugada, pintalabios y un esbozo
de la estrategia fallida por quedarme allí, en tus ojos.
Torres de leyendas griegas, mitos y cuentos de hadas.
Nada ya tiene sentido. Realidades olvidadas.
Como siempre, espero que os haga gustado. Encontraréis más poemas de este tipo en la sección de POEMAS DE AMOR.