Poema de viaje
Viajes y risas,
miradas, desdichas,
mundos convertidos
en blanco papel,
jugar con los sueños,
morder los anzuelos,
vivir con la prisa
por todo aprender.
Tomar carretera,
las botas con tierra,
lienzos convertidos
en arte y pincel,
nunca tener dueño,
ni tierra, ni reino,
ser viento en un mundo,
que se echa a perder.
Hoy os traigo un poema de viaje que fluctúa entre los diferentes sentimientos que sentimos al viajar. Desde la necesidad de explorar hasta la sensación de que el mundo es un gran lienzo en blanco. Nuestros viajes, nuestras aventuras, no son más que una página en blanco donde podemos escribir nuestra propia historia. Se trata de un poema corto, de dos estrofas y me gusta especialmente la parte final: no hay patria para el viajero, el cual se siente como el viento que recorre el mundo sin límites.
Espero que os haya gustado, y como siempre, encontraréis más poemas de este tipo clicando AQUÍ.