Un poema corto sobre el camino vital a recorrer. Una poesía que enlaza los latidos del corazón con la latencia de la vida.
Cuéntame el secreto del sendero recorrido,
¿quién te marca los compases cuando ya no eres un niño?
¿quién te inspira la alegría?¿quién te arropa en la tristeza?
¿quién hace salir al Sol cuando no encuentras certezas?
Y entre tantas primaveras marchitadas con su olvido,
¿dónde nace la flor muerta que marca nuestro camino?
¿dónde nos llevó la vida? ¿dónde esperará que estemos?
¿dónde escondemos los besos que ahora inspiran estos versos?
Un papel aun inconexo me recuerda que no hay tiempo,
el mundo mira de frente,
mil latidos, diez lamentos,
la ceniza se acumula al final de mi recreo,
vierto sobre un folio en blanco el alcohol de mi tintero.