Poema de amor sobre el Sol y la Luna
Hoy os traigo un poema de amor muy especial. Solo he querido poner dos referencias a la persona a la que va dirigida: su voz y su mirada. Estos dos conceptos quedan camuflados dentro del poema con el amor entre el Sol y la Luna, dos compañeros inseparables. He intentado definir los roles de ambos, todo para contrastar la historia que el poeta quiere contar para su amada. Espero que os guste.
Es tu voz la que amanece, no este Sol falto de musa,
miro arriba, está sediento, ayer solo escuchó excusas
de una Luna somnolienta con la que comparte almohada
en un cielo incandescente lleno de cuentos de hadas.
Uno vive amaneciendo, la otra sale con la oscura
noche, donde los poetas entonan rimas y excusas
para poder ver de cerca el color de tu mirada
y dibujarla en un lienzo disfrazado de balada.
Horas de un tiempo inconcluso en un cielo que aún no arde,
ambos cruzan sus miradas, no hay pasión, tampoco alarde,
ella despierta su sueño, entrando en la madrugada;
él se asoma silencioso, pues no quiere despertarla.