Un poema vital sobre los sueños, que evoca una relación mediante preguntas. La poesía intenta definir una relación muy estrecha entre dos personas, las cuales no temen a la adversidad de perseguir sus sueños si están juntas.
¿Y los versos?
Anidando aquel recuerdo,
el de los besos que no fueron.
¿Y el recuerdo?
Esperando tu mirada,
meta perseguida en sueños.
¿Marcharemos?
Juntos hacia los abismos
donde viven nuestros sueños.
Concluyendo,
no hay destino que nos guíe,
no hay más muros en el cielo.
¿Y el secreto?
Sentir cuál es la demanda,
avanzar sin sentir miedo.
¿Moriremos?
Solo si nos olvidamos
de este mundo de fragmentos.
Ves más lento.
Es mi alma la que avanza,
yo ya no sigo senderos.
Ya comprendo.
El tiempo corre en tus labios,
la vida brota en tus dedos.