Amaneces poesía,
tras unos labios sellados que no saben que es mentir,
amaneces día a día,
con tu aroma, tu fragancia,
con las curvas de tu pelo que siempre me hablan de ti.
Amaneces por las noches,
y también por las mañanas donde el Sol tímido y tenue pregunta si ya es abril,
amaneces y te escondes,
buscando entre las almohadas minutos que combatir.
Y es por ello que hablo en serio cuando digo que:
amaneces primaveras.
Que amaneces las sonrisas que brotan en el jardín,
que amaneces mis poemas,
esos,
que siempre hablan de ti.